sábado, 14 de marzo de 2020

Viernes 13 de Marzo: El día de antes

Si en toda la España se experimentó en el año passado y en éste una epidemia terrible, no se vió libre de ella esta villa de Castellón de la Plana, pues empezando en lo último del año 803, se enfureció mucho más en éste presente afio. Fué tanto, que puso horror a todas las tierras del contorno. No eran los muertos a proporción de los que les administravan el Viático y Extremaunción, pero sí que murieron muchos. y entre ellos tres médicos: Fabregat, Falcó y Brusca.

Por este motivo, después de aver echo rogativas privadas, expusieron a la pública veneración la imagen del Santo Sepulecro. En el día 3 de abril de este año sacaron dicha santa imagen de su capilla de la Sangre y conduciéndola por las calles de la Enseñanza, Cañaret, del Medio, Coll de Balaguer, del Giñ a la Mayor y por la esquina de casa Gueña rodearon la yglesia Mayor por delante la lonja y se entraron por la puerta mayor. El acompañamiento era casi infinito, no sólo de las 4 comunidades y el clero, si que también del señor obispo Salinas con sus familiares, la Justicia, y un sin fin de hombres delante y de mugeres detrás, cantando los eclesiásticos las letanías, y los seculares resando.

Epidemia de fiebre amarilla, 1803-1804
«Libro de las Cosas Notables», Fr. Goseph Rocafort. [273] 259
2º Edición facsímil, Excmo. Ayuntamiento de Castellón. 



 A las tres de la tarde, cuando anunciaron el cierre indefinido de bares, decidí cambiar mi agenda. Antes no pensaba acercarme a la Ovella porque los viernes viene demasiada gente para mi gusto y seguridad. Pero un último día es un último día. ¡Vítol!

Al final fui tarde, sobre las 8:30, me senté en el callejón para que circulara el aíre y porque podía mantener la distancia de seguridad. Era curioso el tono de despedida entre los asiduos pero triste oir los lamentos de J y P. Para los hosteleros, músicos y teatreros llegan tiempos crudos.

Poco a poco la gente se fue yendo, nos quedamos solos en las mesas E y P (otro P, pero este pintor como E). P preguntó si el virus era un ser vivo, y ahí llegó el desmadre. No sé como terminamos por hablar de Chomsky, Freud, Jung, sobre como se defienden los bosques avisándose unos arboles a otros o sobre los terra-planistas, a los que E y yo comparábamos con Vox.

Por supuesto, en algún momento saltaron críticas a la monarquía. Es curioso como muchas personas desfogan su cabreo con el Corona Virus contra la otra Corona Por la tarde M y T lo hicieron, y en la Ovella ha ocurrido varias veces durante la semana. No me parece mal, pero no creo que vaya proclamarse la república durante la epidemia. ¿Después? Quizá, el feudalismo desapareció en parte con la peste negra.

Hablamos y hablamos hasta que se hicieron las once, E y un servidor nos fuimos hacia casa. Acompañé a E hasta su portal, que está cerca de la Ovella; los dos estábamos felices porque hacia mucho tiempo que no disfrutábamos tanto de una conversación y al despedirnos no parábamos de darnos codazos que es lo que toca en estos tiempos. Yo creo que hasta seis veces nos dimos con los codos, entre risas y miradas de amistad.

Una buena despedida de época.





No hay comentarios:

Publicar un comentario